Santuario de Flora y Fauna Los Flamencos

Finalmente anoche no pudimos ponernos en contacto con Andrés, nos urgía comunicarnos con él lo más temprano posible para ver si podíamos acceder al santuario de los Flamencos. A las 7:30 logramos hablar con Andrés y nos dijo que fuéramos a la oficina de parques nacionales y le explicáramos a Robinson, el jefe de área, nuestro proyecto y objetivo para conseguir un permiso. Tardamos casi una hora en encontrar la oficina, al parecer se han trasladado recientemente a una nueva ubicación y nadie sabía dónde estaba. Andrés nos había dado indicaciones pero no lo encontrábamos, ya cuando íbamos a desistir y volver a llamar Andrés, Andrea encontró un cartel chiquito del parque nacional. Según nos dijeron no hemos sido los únicos que han tenido éste problema para encontrar la oficina.

 

Estuvimos esperando a Robinson durante unos 20 minutos y cuando apareció le explicamos el objetivo de Zaigua Through the Americas. Le pareció interesante y lo único que nos pidió fue una carta en la que dejáramos por escrito lo que íbamos a hacer y donde se iba a publicar. Robinson nos dijo que cuando llegáramos al santuario preguntáramos por Ilder y él se haría cargo de nosotros.

Antes de salir hacia los Flamencos, paramos en el supermercado para aprovisionarnos de víveres y también llenamos el tanque de gasolina. Por primera vez le echamos a la Zaigua la famosa gasolina venezolana. La Guajira limita con Venezuela y existe un contrabando de gasolina en el que se puede encontrar el galón a casi $2 más barato que en otras regiones del país. Una vez que se entra en la Guajira es muy fácil encontrar a personas a un lado de la carretera ofreciendo gasolina. También hay gasolineras pero poca gente las utiliza. Compramos una pimpina y dos galones y nos cobraron COL$40,000, nos ahorramos entre COL$20,000 y $30,000. El chico que nos atendió nos dijo que él le gana COL$2,000 por cada pimpina, COL$20,000 por cada bidón, no es mucho teniendo en cuenta toda la competencia que existe.

Abastecidos de gasolina y comida nos dirigimos hacia el SFF los Flamencos que está a unos 17km de Riohacha dirección a Santa Marta. Cuando llegamos no encontramos a Ilder pero nos recibió Anderson. Ya sabía lo que íbamos a hacer al santuario y nos planificó un poco el día. Según nos explicó Anderson la gestión de los Flamencos es muy diferente a la de Tayrona. Para empezar no hay que pagar ninguna entrada para acceder al santuario (aunque es algo que está en trámites) y su labor es la de orientar al turista y proteger la flora y la fauna y no la de hacer un negocio con el medio ambiente. A excepción de los 9 funcionarios que se encargan del parque la mayoría de la gente que trabaja aquí son indígenas Wayúu. El parque se creó en 1977 y desde entonces se han ido dando capacitaciones a los indígenas para que puedan atender al turista adecuadamente y trabajen como guías certificados por el parque. En la actualidad existen más de 30 guías capacitados. En esta área los Wayúus que no se dedican al turismo trabajan como pescadores.

Jonathan
Jonathan

Anderson nos explicó que ha sido difícil lograr una aceptación entre los Wayúus ya que ellos siempre han vivido aquí y no quieren que nadie se meta en sus asuntos o tierras. Sin embargo con el paso del tiempo poco a poco los Wayúus han comprobado que el Departamento de Parques Nacionales no viene a quitarles nada, sino a darles mejores oportunidades de trabajo laborando para ellos mismos. Muy diferente a Tayrona en donde los beneficios no recaían directamente en la comunidad indígena sino en manos privadas.

 

Otra de las labores de los funcionarios es la de proteger la flora y la fauna. Existe mucho inconsciente que comienza a caminar por las lagunas para tomar una buena foto. Ésta gente lo que no se da cuenta es que está molestando a las aves en su entorno natural haciéndolas volar de un lado para otro pudiendo llegar el caso que las aves no se sientan seguras aquí y busquen otro lugar para alimentarse, eso provocaría un cambio en los hábitos de los Flamencos, claro está que de esta forma la región perdería gran parte de su atractivo turístico.

Marisol
Marisol

El Santuario de los Flamencos consta de varias lagunas, la más grande es Navío Quebrado. Éstas lagunas saladas son muy ricas en pescado y mariscos (especialmente anchoas y camarones) y atraen a muchas aves, algunas migratorias y otras ya residentes permanentes en las lagunas. Se pueden observar ibis, patos cuchara, pelicanos, gaviotas… pero el ave que atrae a la mayoría del turismo es el flamenco. Estas aves rosadas de largas patas vienen al santuario a alimentarse ya que en este lugar se dan las condiciones idóneas para encontrar su alimento. Sin embargo los flamencos no se quedan aquí durante todo el año, emigran a otros lugares del caribe para anidar.

Oscar
Oscar

Si se tiene suerte se pueden observar los flamencos desde la orilla con unos prismáticos pero lo mejor es contratar un guía local que te lleve en cayuco hasta donde ellos se encuentran. Oscar fue nuestro guía, tiene 25 años y desde hace 12 guía a los turistas por las lagunas. Hace 7 años que está certificado por el parque y es uno de los grandes defensores de la labor del parque. Oscar nos decía que lo que la gente necesita es mayor organización y es lo que el parque les está dando. El parque no les quita el trabajo sino que los organiza y capacita para que ellos puedan atender mejor al turismo y puedan tener mayores ingresos, a la vez que procuran el bienestar y conservación de los ecosistemas de la zona.

Oscar nos transportó en su cayuco para observar a los flamencos y otras aves. En ocasiones utilizaba una vela pero gran parte del tiempo empujaba el cayuco con una vara. En esta época del año la laguna apenas supera el medio metro de altura en sus áreas más profundas. Durante la travesía vimos a pescadores pescando camarones con sus redes y observamos como las anchoas y los camarones saltaban cerca del cayuco.

Fue un paseo muy lindo acompañado de una explicación muy detallada sobre la fauna, flora y gente de la región. Al acabar, Oscar nos dejó en las oficinas del parque y le hicimos una pequeña entrevista. También estuvimos entrevistando a Anderson para que nos diera su punto de vista como funcionario del parque.

Aunque el mayor atractivo del santuario son los flamencos también existen otro tipo de actividades que se pueden realizar. Existen dos senderos alrededor de la laguna que se pueden recorrer con un guía y conocer más sobre la cultura Wayúu y Afro descendiente que vive en los Flamencos. Hicimos parte de un sendero con Anderson pero nos tuvimos que regresar porque turistas irresponsables estaban molestando a los flamencos.

 

De vuelta a la Zaigua nos pasaron Jonathan y su hermano David en cayuco, Jonathan tiene 10 años y David 6. Viven aquí y como ahora no tienen escuela ayudan a la comunidad en lo que pueden, en este caso a transportar turistas de un lado a otro.

Anderson nos comentó que posiblemente mañana podamos hacer una caminata y visitar una ranchería pero mañana por la mañana nos lo confirmará. Ahora estamos preparando la cena rodeados de niños, unos 7. Son muy agradables y tienen gran curiosidad por ver que es lo que hacemos dentro de la Zaigua y como cocinamos. No vienen a pedirnos dinero u otros objetos como hemos visto en otras regiones, ojalá siga llegando un turismo responsable que no los cambie y transforme el modo de vida de todos estos niños y los indígenas Wayúu.

 

David

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Comentarios: 1
  • #1

    anonimo (martes, 09 septiembre 2014 02:53)

    cual es el fin de esto?

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