Allanamiento de Zaigua

Cuando viajas de la manera que lo hacemos nosotros siempre la mayor preocupación es la seguridad. Constantemente estamos expuestos a cualquier peligro ya sea en la carretera, durmiendo o simplemente encontrar un lugar seguro para aparcar y visitar un lugar. Somos conscientes de todos estos riesgos y siempre tratamos de prevenir cualquier eventualidad, sin embargo, a veces cuando menos te lo esperas y en el lugar más insospechado ocurren hechos desagradables. Eso fue lo que nos sucedió hoy en Junín de los Andes, sufrimos un allanamiento de Zaigua.

Noemí nos preparó una comida suculenta que saboreamos mientras planeábamos con Alejandro nuestra salida de pesca junto a su hijo Nicolás. Entre unas cosas y otras se nos fue pasando el almuerzo y cuando fuimos a preparar las cosas en la Zaigua, nada más ver la cerradura de la puerta lateral de la furgoneta nos dimos cuenta de que algo no marchaba bien. La cerradura estaba forzada y la puerta se abrió, ¡no me jodas!!! Pues sí, nos habían abierto la Zaigua, ni en Nicaragua ni en Perú pudieron, pero esta vez en Argentina nuestra combi cedió.

Rápidamente hicimos un recuento de los que nos faltaba: la mochila con la laptop y todos los adaptadores, la tablet, el iphone, el cargador de la cámara y unos USD$250. Habían sido muy precisos, la cerradura la habían abierto limpiamente y dentro no había nada tirado, sabían muy bien a lo que iban. Debido a esa exactitud pensamos que ya desde el centro habían visto nuestras pertenencias y nos siguieron hasta que tuvieron su oportunidad.

Nico llamó a la policía mientras Andrea merodeaba en los alrededores a ver si se veía algo. Vino la policía y nos dijeron que iban a fijarse y que fuéramos hasta la comisaría a formalizar la denuncia pertinente, la verdad que no había mucho que hacer.

Fuimos con Nico hasta la estación de policía y tuvimos que esperar tres horas hasta que nos tomaron todos los datos. La verdad que fue un gran bajón de ánimo, no solo por las pertenencias sino porque alguien se había metido en nuestra casa, había robado nuestras herramientas de trabajo y además se había llevado información que teníamos dentro de nuestros aparatos, información muy importante para nuestro proyecto y que no volveremos a recuperar.

Las cosas están así y así nos tendremos que adaptar, una piedra más que tenemos que levantar en nuestro camino. En un viaje como el que estamos haciendo no todo es bonito y gente que te trata de hacer daño nos la hemos encontrado y nos la seguiremos encontrando. Sabemos que esta gentuza no representa a la mayoría de la gente de un lugar o un país, sino solo hay que ver lo que a diario documentamos, somos conscientes que esto nos hubiera podido pasar en cualquier sitio, por eso tomamos siempre tantas precauciones. Esto ni nos va a detener ni va a hacer que paremos nuestro proyecto, todavía no sabemos como podremos conseguir otra laptop para poder seguir trabajando pero nuestro espíritu zaigüero tirara pa´lante, no tenemos computadora ni otros aparatos y nos faltará dinero, pero nos sobran ganas de continuar y seguir mostrando lo que el camino nos ofrezca, tanto lo bueno como lo malo. Y mañana a levantarnos con la misma actitud con la que nos levantamos hoy.

David