Navegando por el Canal Beagle

Hoy nos sentimos como los navegantes que hace siglos surcaban las aguas de Tierra del Fuego tratando de encontrar nuevas rutas que conectaran los Océanos Pacífico y Atlántico, navegamos por el Canal Beagle.

 

 

En el puerto marítimo, la empresa turística Rumbo Sur quiso apoyar nuestro proyecto y nos obsequió con un paseo de 6 horas de duración por el Canal Beagle. A las 15:00 nos embarcamos en un barco muy bien acondicionado (la calefacción era excelente) y nos pusimos rumbo hacia el oeste. Mientras nos alejábamos pudimos observar Ushuaia desde una perspectiva muy diferente, que linda es esta ciudad.

Cormoranes
Cormoranes

La primera parada la realizamos en la isla Alicia en donde pudimos observar cormoranes y lobos marinos. Era la primera vez que veíamos cormoranes en su hábitat natural. De lejos, muy fácil de confundirlos con los pingüinos. 

Isla de los Lobos
Isla de los Lobos

Continuamos la navegación hasta la Isla de los Lobos, el faro Les Eclaireurs y el lugar donde se encuentran los restos del barco Monte Cervantes. En este navío viajaban 800 personas que naufragaron en 1930 y duplicaron por unos días la población de Ushuaia. En esa época, Ushuaia tenía una población aproximada de 800 fueguinos y de la noche a la mañana llegaron por necesidad 800 personas más.

Durante el trayecto aprendimos sobre la exploración de estos lugares cuando nada se conocía de ellos y lo difícil que fue el encuentro de los marineros y nuevos colonos con los cuatro pueblos nativos que habitaban Tierra del Fuego. Desde los primeros navegantes hasta el boom de la producción ovina y petrolera pasando por una efímera “Fiebre del Oro”, los habitantes de esta isla han tenido que soportar de todo, especialmente por las condiciones climatológicas, pero los que se llevaron la peor parte fueron los indígenas ya que en poco tiempo fueron totalmente aniquilados y únicamente quedan algunos vestigios de su cultura.

Faro Les Eclaireurs
Faro Les Eclaireurs

Después de más de dos horas navegando con Chile a un costado y Argentina al otro, llegamos hasta la Isla Martillo, lugar en donde se encuentra una pingüinera que durante primavera y verano reúne a cientos de pingüinos de Magallanes y algunos ejemplares de Papua y Rey. Llegan acá para criar a sus pichones y cuando el frío se acerca se marchan hasta otras zonas con aguas más cálidas. Tuvimos la suerte de llegar en una época en la que todavía se veían un buen número de ellos y mereció la pena toda la travesía. Es un verdadero espectáculo observar estas aves en su hábitat natural, pueden parecer graciosas y torpes cuando se mueven en tierra pero una vez en el agua, tienen una gran habilidad para nadar y pescar.

Si hubiéramos podido nos hubiéramos quedado mucho más rato embobados mirando  los pingüinos. Sin embargo el sol estaba cayendo y había que partir. 

Regresamos a Ushuaia ya de noche (con otra vista espectacular de la ciudad) muy satisfechos con nuestro bautismo náutico en Tierra del Fuego. No todos los días se tiene la oportunidad de realizar este tipo de navegación, quizás hoy soñemos con Happy Feet…

 

 

David

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Comentarios: 2
  • #1

    omar (domingo, 01 junio 2014 05:49)

    Que paso con la Zaigua,no retorno a Mexico o la vendieron en Argentina?

  • #2

    Zaigua (lunes, 02 junio 2014 17:25)

    Omar, la Zaigua y nosotros seguimos en la ruta, ahora hacia el norte!! En la actualidad nos encontramos en Buenos Aires, un saludo.

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