Hoy toca Caribe!

Hoy estábamos despertando a las 8:40am, y hasta las 11 estuvimos listos para irnos hacia Tela.  Hicimos hora y media de camino y ya estábamos en el caribe hondureño.  Las casas, la gente, el ambiente, todo cambió radicalmente.

        Llegamos a la zona de Tela Nueva, encontramos una calle que nos llevaba hacia la playa, dirección Hotel Playa Bonita; pasamos el hotel y llegamos a la playa.  Todo se veía súper tranquilo, no había gente, alrededor solo se veían algunas mesas hechas de madera bajo palapas pequeñas.   Nos acercamos hacía donde estaba un chico, ya él nos dijo que junto con su papá, estaban arreglando esa área para hacer un complejo turístico (el área se veía bastante limpia y cuidada), pero que anteriormente esa zona era un basurero y que todos los desechos del hotel de al lado terminaban ahí. También nos dijo que Tela es un lugar seguro y que no debíamos preocuparnos, nos explicó que  a diferencia del resto del país, en Tela no hay disputas entre maras, ya que pertenece sólo a una, y esa mara se encarga de cuidar el lugar, “Ellos cobran a los comerciantes, uno debe pagar para que no hagan problemas y no roben, al que roba lo matan, y lo sé porque me tocó ver que mataran a mi primo por robar. Así que no se preocupen, aquí nadie les va hacer nada, aquí es tranquilo.”   También nos habló de otros viajeros que han llegado en Combi y se han quedado ahí por un tiempo, nos dijo que no había problema por dormir ahí.

Después de hablar un rato con él,  nos fuimos a nadar un rato.  El agua es totalmente cristalina y estaba tan caliente! No había olas, el mar se movía solo un poquito de aquí para allá, y el único ruido lo hacíamos nosotros. 

 

      Al salir del agua, nos llamó un hombre, se acercó y comenzó a decir cosas que yo no muy bien entendía (por el orden de las palabras y por su acento). En no mucho tiempo, nos habló de su fortuna, de sus yates, su vid en de su mujer (ya difunta) y de sus hijos, dijo ser el padre de Marc Anthony (a quien llamaba Marco Antonio) y de una chica que se fue a España y es ahora la mejor bailarina de ballet del país. También nos habló de un accidente que tuvo hace ya muchos años, por el cual tuvieron que forrarle la cabeza de platino, se dio algunos golpes y sonó como metal hueco.

A David y a mi nos tenía impresionados con sus historias, además nos dio algunos “consejos de vida” por así decirlo. Fuesen o no ciertas, sus historias nos entretuvieron por un buen rato, hasta que su amigo, un francés ex capitán de barco, que estaba nadando salió del agua.

Nos despedimos de él, y a los pocos pasos se volvió hacia nosotros y grito: “Andrea, acuérdate de este día, que me conocieron, porque dentro de seis días van a tener dinero, no les diré cómo solo te digo que les llegara dinero!”. Y se fue. David y yo ya estamos esperando con ansias que esos seis días pasen!! jaja

       El día se fue rápido, estuvimos bastante tiempo en el agua y al salir nos recostamos en la arena, yo me quede dormida (y estoy segura que David también, aunque dice que no), de pronto me despierto y veo dos niñas (de unos 15 años) paradas casi encima de mi, preguntando si quería que me hicieran trencitas, les dije que no pero se quedaron ahí un buen rato (quizá solo balbuceé y no me entendieron, porque seguían viéndome), luego se fueron, el sol ya estaba a punto de ocultarse.

     El chico con quien hablamos por la tarde nos recomendó algunos lugares para cenar, estábamos reparándonos para ir a buscar la cena cuando se acercó un hombre, era el padre del chico. Platicamos con él un buen rato (yo moría de hambre), nos platicó del lugar y de las aldeas Garífunas (que son uno de nuestros mayores intereses al venir aquí), nos recomendó ir a Miami (Honduras) que es la única aldea garífuna que conserva la infraestructura antigua.

Las aldeas garífunas fueron formadas por esclavos negros que los británicos trajeron varios siglos atrás.

Luego de la plática, nos fuimos hacia el centro, encontramos una cafetería que parecía perfecta para cenar. Era amplia, hecha de madera ya algo vieja, pintada de rojo y blanco. Nos acercamos am la barra, vimos el menú y ordenamos. David pidió una cena, te sirven huevos, mantequilla (crema), aguacate (que acá llaman aguate), frijoles, jamón, queso y dos tortillas de harina (L 60, aprox. 3 dlls); yo pedí una baleada (tortilla de harina con frijoles y queso) con carne (L20, aprox. 1 dólar)). Luego pedimos otras dos baleadas, una para cada quien.

       Las calles estaban llenas de gente de todas las edades en bicicleta, muchos niños y jóvenes por todos lados, los mayores cenando o caminando. Las casas tienen un aire del sur de Estados Unidos, las cafeterías también. La gente, blancos y negros, conviven sin hacer ninguna distinción entre ellos. Se respira un ambiente bastante agradable, y la playa, igual de tranquila.

     Mañana planeamos ir a La Ensenada y a Triunfo de la Cruz, ambas comunidades Garífunas que pertenecen también a Tela.

       Hasta ahora, esto del caribe nos esta cayendo muy bien.

 

Andrea

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