Somos irresistibles para los mosquitos

Menudo infierno de noche, hemos dormido (o tratamos de dormir) con decenas de bichitos minúsculos que te pican por todo el cuerpo. Cuando nos fuimos a dormir y tratamos de matarlos, nos dimos cuenta que nunca podríamos acabar con ellos porque se seguían metiendo a la Zaigua a saber por donde. Al final yo dormí con calcetines y pantalones y camisa larga y Andrea se envolvió en una manta. Así solucionamos el problema de los bichos y comenzó el problema del calor. La Zaigua normalmente es caliente para dormir ya que dormimos encima del motor, pero cuando estamos en zona de playa llega un momento que hace tanto calor que es muy difícil agarrar el sueño (por cuestiones de seguridad dormimos con todo cerrado, por la ventilación no hay problema porque siempre entra aire). Así que entre los mosquitos y el calor apenas pudimos dormir. Lo peor vino al levantarnos ya que nos vimos todo el cuerpo lleno de picaduras, sin exagerar entre los dos ahora llegamos a unas mil picaduras, estamos constantemente rascándonos y es muy molesto.

Cuando llegamos a Barravieja no nos dimos cuenta de la situación de éstos insoportables bichitos porque corría brisa pero (como hoy nos explicaron) el problema viene cuando la brisa amaina, ya que estos bichos surgen de la arena por cientos y hacen que tu estancia en este lugar paradisiaco sea un infierno. Después nos contaron que ésta es una de las razones por las que la comunidad no tiene turismo y que ellos mismos tienen que utilizar una fragancia especial para poder dormir por las noches (y eso que nosotros no llegamos en la peor temporada de ésta plaga como aquí le dicen).

Por la mañana nos dedicamos principalmente a escapar de estos bichos hasta que otra vez llegó la brisa y desaparecieron (por fin!!!). Barra Vieja está flanqueada a un lado por una laguna y a otro lado por el mar. La laguna es perfecta para rentar un cayuco y pasar un par de horas observando la gran variedad de aves que habitan en ella. Entablamos conversación con una persona para rentarle su cayuco y dar un paseo , pero el bote no estaba construido para ser manejado por dos novatos como nosotros. Probé la estabilidad del bote y para una persona estaría bien, pero para nosotros y nuestras habilidades, con un 100% de probabilidad acabaríamos nadando en medio de la laguna, así que nos quedamos sin paseo en cayuco, para otra ocasión será.

En primer lugar rallamos el coco y a ese coco le añadimos agua para exprimir toda esa “masa” y elaborar “leche de coco”, esto fue lo más laborioso. Luego se frió un poco el arroz con manteca, pimiento y cebolla y le añadimos los fríjoles con su caldo y la “leche de coco”. Cuando el arroz ya estuvo listo hicimos tajada para acompañar el plato. La tajada son guineos (un tipo de plátano) fritos. Los “rice and beans” estaban muy buenos y más con la compañía que teníamos.

Durante la comida Luis nos estuvo contando sobre lo difícil que es la vida en esa comunidad ya que no hay electricidad y los ingresos son escasos. Él se dedica a pescar y vender cocos, pero estos cocos los tiene que ir a recoger en canoa (tarda dos horas por tramo) y el lugar está infestado de mosquitos. También nos contó que hay bastante narcotraficante por la zona que trae cocaína desde Colombia, por lo que no es raro encontrarse con narcos en el área, pero todo está seguro ya que ellos no se meten con la población. Después de la comida nos despedimos de todos y nos fuimos hacia Tela porque no queríamos que parara la brisa y regresaran todos los bichos. Fue una comida muy sabrosa y una charla muy interesante.

Antes de irnos hacia Tela tuvimos un incidente con otro animal, una “sanguijuela” que nos quería cobrar 200 lempiras por haber estacionado en un lugar en el que ya habíamos acordado que no teníamos que pagar nada. Esta persona no tenía nada que ver con la familia que tan amablemente nos había tratado durante el día y estuvimos discutiendo la situación. Al final le dimos 30 lempiras y cada uno por su lado, tampoco queríamos meternos en algún problema, pero no creemos que esa sea la actitud para atraer turistas (y menos con esos mosquitos).

Alrededor de las 14:00 llegamos otra vez a Tela con la urgencia de conectarnos a Internet ya que llevamos varios días sin dar señales de vida. Por ser domingo todo esta cerrado, además cayó una gran tormenta que nos dificultó la situación un poco más. Al final pudimos conectarnos a la red de un hotel y pasamos toda la tarde trabajando en la computadora.

Alrededor de las 10, justo antes de acostarnos, llegó la policia y nos aconsejó que mejor durmiéramos en el parking de la policia turística, ya que donde estábamos podía ser un lugar peligroso. El jueves pasado habíamos dormido aquí y no habíamos observado nada raro, además la gente del lugar nos decía que todo estaba bien. No queriamos tentar a la suerte y mejor prevenir que curar, asi que nos fuimos a dormir a la estación de policia. El parking estaba bien pero nos estacionaron al lado de un camión que nos dejó un poco intranquilos... 

Mañana nos iremos hacia el Lago de Yojoa, aunque antes pararemos en San Pedro Sula en donde tenemos una cita con Marlyn, la directora de prensa de Campus TV.

Ésta noche no nos aburriremos, tenemos muchas picaduras que rascarnos…

David

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Comentarios: 1
  • #1

    ivan (lunes, 10 septiembre 2012 17:37)

    bonita decoracion que tiene el camion jijijijiji aire acondicionado los balazos

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