
Hoy fue un día perfecto para pasarlo en la playa, pero tuve que quedarme frente a la computadora para poder terminar de editar el video que comencé ayer. Ya por la tarde alcanzamos a los chicos – que si se habían ido a la playa-, pero el sol estaba escondido detrás de las nubes que llegan a esa hora y el viento se sentía frío.
Estuvimos un rato ahí jugando a las palas, pero en cuanto parábamos nos daba frío. Cuando nos cansamos, fuimos a con los chicos y platicamos sobre nuestros recorridos, en especial, sobre el baño –qué si te topas con uno en muy malas condiciones, qué si simplemente no hay baño, o la alegría que sientes al entrar a uno limpio, con luz y papel sanitario!- fue gracioso…
Cada uno tenemos percepciones diferentes de la ruta y de lo que nos va pasando, cada viajero es un mundo, con sus razones y anhelos, pero cuando nos reunimos –al menos así nos ha pasado con la mayoría- se siente como si estuviésemos entre amigos entrañables.
El resto de la tarde y noche lo pasé en la computadora, hasta que no pude más de cansancio. Por suerte el trabajo va avanzando. Y claro, habrá más días de sol que si pueda aprovechar en la playa.
Andrea
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