Pesca con mosca

Si hay algo por lo que Junín de los Andes se caracteriza es por la pesca con mosca y no nos podíamos marchar de este pueblo sin ver como se practicaba este deporte.

 

En esta ocasión nos acompañó Nicolás Olmedo, guardafauna de la región y aficionado a la pesca desde que comenzó a caminar. La pesca con mosca se considera la más deportiva ya que no se utiliza ninguna carnada, a través de señuelos artificiales se trata de engañara a la trucha para que pique.

 

 

Nicolás nos llevó hasta uno de los ríos con mayor fama mundial para practicar esta actividad, el río Malleo. Según nos contaba, cada año, Junín recibe a cientos de pescadores de todas partes del mundo para pescar en este río ya que esta considerado como uno de los mejores. En el Malleo se pueden obtener truchas de más de 3 kilogramos pero hay que tener muy buenos conocimientos de pesca ya que son muy caprichosas con lo que quieren comer. Además el enclave es espectacular con el volcán Lanín de fondo.

Desde Junín recorrimos unos 25 kms hasta el tramo del río elegido para pescar. En toda la Patagonia se puede pescar con el permiso correspondiente (para extranjeros las tarifas varían desde los 180 pesos argentinos por el pase diario hasta los 720 pesos argentinos por toda la temporada) pero como accedimos a una comunidad mapuche tuvimos que abonar 40 pesos. En este lugar se practica la pesca con devolución, es decir, una vez que se pesca el ejemplar hay que devolverlo al río con el mayor cuidado posible, como nos decía Alejandro Olmedo, el peor lugar para ver una trucha es en el plato.

 

 

A orillas del río, Nico se puso su vadeador y demás equipo (llevaba más de 500 moscas consigo) y nos pusimos a la tarea. Yo también me puse parte del equipo porque lo iba a acompañar y aprender de su técnica. 

Las truchas estuvieron complicadas, parecía que no querían comer lo que Nico les ofrecía y constantemente estuvo cambiando de moscas para ver que era lo que se les antojaba. Se notaba la experiencia de este pescador ya que sus lances eran muy precisos colocando el señuelo en los lugares más propicios evitando enganchar la línea con los árboles. 

Aunque costo un poco, Nico fue capaz de sacar dos buenos ejemplares, una trucha arcoiris y otra marrón, las cuales fueron devueltas al río en cuanto les quitó el anzuelo. Yo traté de hacer algún lance, pero la verdad que este tipo de pesca no es lo mío. Parecía muy fácil mientras lo veía, pero una vez que tomé la caña, la mosca iba para donde le daba la gana, será cosa de practica digo yo…

Al regresar a Junín, el resto de la familia Olmedo nos estaba esperando con un asado, menuda bienvenida!!! Disfrutamos de unas buenas carnes y una mejor compañía, la trucha asada habrá que dejarla para otra ocasión…

 

 

David

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Comentarios: 2
  • #1

    Nicolas (jueves, 06 marzo 2014 17:22)

    Gracias a ustedes chicos! Una experiencia hermosa la que están viviendo y de la cual nos han dejado ser parte! Saludos!

  • #2

    Zaigua (viernes, 07 marzo 2014 06:26)

    Muchas gracias Nico, a ti y toda la familia Olmedo no solo por este día de pesca sino por todo lo que convivimos durante nuestra estancia en Junín de los Andes, un abrazo muy grande a todos.

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