Vivir viajando

Todo pasa por alguna razón y llegar en el momento adecuado a Trancoso no fue una casualidad. Hay lugares en los que la “magia viajera” fluye y se crea una comunidad en apenas dos días con personas que acabas de conocer pero que parece que fueran amigos de toda la vida y todo estuviera organizado, algo que solo se explica cuando uno se abre a viajar y a compartir.

Nuestra idea era estar un par de días en Trancoso pero empezamos a conocer a gente y sentirnos a gusto y no nos hemos querido marchar. Cada viajero es diferente y viaja a su manera pero al final da igual si se hace de mochila, en bicicleta o en vehículo, lo importante es salir. Cada uno somos diferentes, viajamos por motivos distintos y nos financiamos de distinta manera, tampoco llevamos las mismas cosas ya que no entra lo mismo en una kombi que en una mochila que en Renault 12 pero lo que si llevamos es la buena onda.

Así conocimos a Camila, una mochilera argentina que lleva mucho tiempo viajando por Brasil; a Yola de España y Nelson de Argentina, pareja radiante de alegría que después de varios meses en Brasil se van a encaminar hacia Bolivia; a Juli y Aldo una pareja argentina que lleva casi 4 años viajando en su partner (modificada por ellos mismos) y está regresando a Argentina; y a Pablo y Mariana otra pareja Argentina que hace unos meses convirtieron su Renault 12 en su casa y van hacia el norte como nosotros.

Con ellos hemos pasado los últimos días compartiendo historias de viajes, dándonos consejos, aprendiendo más sobre artesanías, vendiendo cada uno su arte, disfrutando de la playa y hasta tomando caipirinhas y haciendo asados. 

Con días así hace que todo merezca más la pena y tome sentido el vivir viajando, que bueno que nos conocimos ché!

David